¡Si te extrañaba!

Habían sido días de largas horas de llamadas en el celular, compartiendo el día a día; era lo único que nos mantenía cerca después de tantos años sin vernos. Siempre te he sentido parte de mí, como mi familia, así como a todas y cada una de mis más queridas amigas. Tú has estado en varios momentos, aquellos donde necesite de alguien que me escuchara, mis momentos de tristeza, pero también de mucha felicidad.

Cada día más creo en las sincronicidades del Universo y creo cada vez más fervientemente que cada persona sí está en el lugar que tiene que estar. Y es que me he encontrado con varias personas por pocos minutos, que me han dejado pensando por un largo tiempo sobre algo que yo había estado buscando.

En esta oportunidad y por alguna razón que aún no sabemos, el universo no nos ha permitido encontrarnos. Solo confió plenamente qué hay una buena razón para eso. Quiero creer que tú tienes otro camino diferente al mío. Y, esto no significa que yo no te lleve en mi corazón, o que ya no te sienta como una amiga del alma, como quizá sentí que lo habías pensado alguna vez, porque siempre había tenido el deseo de verte y poder acompañarte en tu camino hacia un lugar diferente que yo he empezado a descubrir.

Este camino me ha hecho entenderme y comprender también que la única persona que puede decidir tomar ciertos senderos es uno mismo. Estoy comprendiendo que cada uno tiene su propio momento para recorrerlos, y solo tu entenderás el tuyo y solo yo entenderé el mío, y algún día descubriremos porque se unieron y/o separaron en cierto momento, de cada una de las personas que hemos conocido.

Y estas respuestas y esa paz que estaba necesitando, la he estado sintiendo y desde aquel momento que tu pensaste que me había alejado de ti. Estuve viviendo muchas experiencias a la vez, que no podría contar en este momento. Experiencias que a veces ni uno mismo entiende la razón de lo que está haciendo, y que quizá para las personas más cercanas, pueda parecer algo sin sentido.

Por eso hoy quiero pedirte perdón si alguna vez te lastime con mis palabras y pensamientos, o con mis opiniones sobre tus decisiones. Yo no sabía lo que estaba entendiendo bien todo lo que mi propio corazón estaba viviendo, mucho menos podría haber entendido lo que tú podrías haber estado sintiendo con el tuyo. Pues cada persona en este planeta vive y ve el mundo de formas diversas, experimenta cosas inigualables, porque así mismo somos.

Todos tenemos una perspectiva diferente de acuerdo con lo que hemos vivido durante este viaje, y no hay nadie más que uno mismo que entienda nuestro dolor y nuestras alegrías, porque solo nosotros mismos hemos vivido en carne propia esas únicas experiencias.  Perdóname porque yo no sabía esto cuando intentaba ayudarte, y quizá te estaba causando una herida más grande, quizá te estaba metiendo en el mismo laberinto que yo estaba viviendo y no me daba cuenta.

Sé que hoy en día tú has aprendido algo, al igual que yo, pues detrás de todo lo que vivimos diariamente, hay una lección muy grande. Yo he aprendido a conocerme, porque me he visto en el reflejo de todas las personas a mi alrededor. Y aunque es difícil aceptar que soy en cierta medida todo aquello que no me gusta de los demás, sigo aprendiendo lo bueno de cada una de ellas. Sigo aprendiendo a aceptarlos, a respetarlos y sobre todo a perdonarlos. ¡No es tarea fácil!

Estoy plenamente segura de que tu estas recorriendo este camino, y sé que tú eres tan capaz como yo y como cualquier otra persona del mundo, de seguir tu corazón, y de cumplir con todos aquellos deseos que todos los días son puestos en ti. Se que tú también puedes escuchar, sentir y analizar cada situación por más difícil que sea, pero te entiendo que hay miedos, porque yo he estado ahí. Solo hagamos lo que sentimos en el momento, sin importar lo que alguien más pueda pensar, porque eso es lo que tenemos que experimentar para vivir, crecer, entender y expandirnos, para ser capaces de amar y sobre todo de amarnos cada día.

Hay tantas cosas que quisiera compartir contigo, porque me han servido mucho, y no hallaba la hora de verte y poder abrazarte y contarte tantas cosas que han pasado por mi cabeza. Pero esta vez era el turno de alguien más, no el mío. Pues estamos en el lugar correcto y en el momento perfecto, siente orgullosa de donde estas y de las decisiones que has tomado, porque gracias a todo eso, has logrado tanto, sé que tú lo sabes en el fondo de tu corazón. Todo lo que tú has hecho nadie más se hubiese atrevido hacerlo, y es porque ese es tu camino correcto.

Espero verte y encontrarte en mi camino físico muy pronto, pues siempre hemos estado conectadas de espíritu, lo sé porque te veo en mis sueños. Te quiero mucho.

Next
Next

Forgiving and forgetting the feeling